Película: The Dying Gaul (2005)

Dirección y Guión: Craig Lucas 

Actores:

Patricia Clarkson como Elaine Tishop

Campbell Scott como Jeffrey Tishop

Peter Saarsgard como Robert Sandrich.

  Esta película, lleva directamente a el espectador a envolverse en el desarrollo de una relación entre tres personas; un productor  ejecutivo de Hollywood con  tendencias sexuales reprimidas (Jeffrey Tishop), su esposa quien es un escritora retirada (Elaine Tishop) y un guionista (Robert Sandrich), quien ha perdido recientemente a su amante a causa del SIDA; y el cual está tratando de hacer frente a la pérdida.  Esta relacion triangular se desenvuelve durante la revolución de la Internet a mediados de los años 90, cuando las salas de chat dominaron la interacción humana en la red,  y refleja cómo algunas personas intercambiaban e intercambian todavía contenido de extremadamente personal con extraños.

 Jeffrey como productor, trata de obtener los derechos para el guión de "El Galo moribundo" (guión escrito por Robert), a el mismo tiempo que seduce y empuja a Robert a mantener una relación sexual con él, independientemente de su matrimonio con Elaine. Robert cede en parte, debido a la soledad,  y en parte debido a la necesidad de vender su guion. Una vez  que Jeffrey obtiene los derechos al mismo, hace participe a Elaine en el proceso al permitirle su lectura, automaticamente se siente atraida hacia el escritor y se propone a entablar una relación de amistad con Robert, elemento en la película que te lleva constantemente a preguntarte si Elaine sospecha algo de la relación entre ellos.
La  curiosidad de Elaine la lleva a seguir a Robert hasta  el chat donde el se convierte en un libro abierto; (particularmente para mí, esta es la parte donde el guión es un poco débil, la curiosidad de Elaine es fiel a la naturaleza femenina, pero la falta de sospecha por parte de Robert, de la presencia de Elaine en el chat, es lo que he encontrado un poco  improbable).  Después de este suceso, la historia se mueve y se desarrolla rápidamente, llevandola a un desenlace de suspenso con consecuencias catastróficas. 

 Cuando termino la película, mi mente repetia una y otra ves una de las frases que Jeffrey dice al principio de la misma ; "las películas que te mantienen deliberando al salir del Teatro merecen la pena", con toda honestidad, ésta lo hizo. 

  Técnicamente, la película está extremadamente bien realizada, logra retratar con la fotografía, el tono de luz dorada /naranja que puedes encontrar en el desierto, por el mismo, se le recuerda una y otra vez al espectador que la película fue filmada en el sur de California. Especialmente en todas las tomas de interiores, donde este resplandor dorado esta presente, ya sea que se refleja en la pared, o proporcionando una luz tenue a un cuarto de baño, esta parte de la película fue de agrado personal. La casa de los Tishop para mí, se convirtió en el cuarto protagonista de la película, independientemente de que uno apruebe o desapruebe su arquitectura, se convierte en el recipiente y el filtro principal de la atmósfera de el film, añade elegancia y serenidad a la historia, especialmente en su relación con Elaine, quien  es su principal habitante. La cual refleja a pesar de las circunstancias que le tocan vivir durante  la pelicula un nivel de serenidad extremo.

 Mi recomendacion 4/5